En todos los pasos de cebra hay que pulsar un botón para que se ponga en verde y poder cruzar. Hasta los semáforos por los que siempre pasa gente, también hay que dar al botón. No sé qué explicación tiene, pero vamos, el que creó la patente debe de estar forrado de tanto uso que se le hace a su dichoso invento.

Si te encuentras con alguien en el ascensor, no se saluda. Eso es así, eso es verdad. Al principio de estar aquí siempre que me encontraba con alguien soltaba un tímido ‘Hi!’ que siempre iba procedido de un silencio por parte de la otra persona. A las semanas, ya me aprendí la norma y ya la tengo interiorizada, si te encuentras con un vecino en el ascensor no hay que decir ni mu.
Raramente se ve a algún policía por la calle. En lugar de estar patrullando por la ciudad, hay botones de emergencia para que pulses si ocurre algo y ellos ya vendrán (o eso espero).
El tiempo cambia en 10 minutos. Tan pronto puede hacer un sol de justicia como caer el diluvio universal. El tiempo en esta ciudad es imprevisible, ni hasta Siri se aclara. Por eso por la calle te puedes encontrar con gente que va abrigada hasta al cuello y al lado a una con chanclas y pantalón corto.
En los parques y las calles está indicado en el suelo con miles de flechas y lineas por qué lado de la acera tienes que ir dependiendo del sentido al que vayas. En un principio puede parecer bien para que la gente no se vaya chocando al andar, pero a veces llega a ser demasiado friki (vease la foto).
En el autobús siempre se le da las gracias al conductor. Si en el ascensor los australianos son unos seres poco sociables que no te saludan, en el autobús todo lo contrario. Al bajarse del autobús uno a uno todos los pasajeros gritan al conductor THAAAANK YOOOOU!
Las niñas van al colegio vestidas de campesinas. No sé de dónde han sacado los modelitos del uniforme pero parece que han sido heredados de generación en generación y nadie nunca se ha planteado actualizarlos al siglo XXI. ¿Vestido con corbata y sombrero? Are you for real?

En la biblioteca se puede hablar y dormir. Así es, tan pronto encuentras a un grupo de chavales hablando a gritos sin que nadie se inmute, como a una persona tirada en un sillón durmiendo y poco más que roncando. La biblioteca está vista aquí como una sala de estar más que como una sala de estudio.
Si en verano la gente iba descalza por la calle, ¡en invierno también! Los mas frioleros adaptan esta versión usando calcetines. ¿Puede haber algo más cómodo que ir a hacer la compra en calcetines?
Not too bad. Si quieres estar realmente integrado en la cultura australiana, estas tres palabras tienes que grabártelas a fuego en la memoria y usarlas para todo lo que te pregunten. ¿Qué tal estás hoy? Not too bad. ¿Qué tiempo hace hoy? Not too bad. ¿Qué tal te ha ido en el trabajo hoy? Not too bad. Si amigos, con estas palabras conquistaréis Australia.
Jajaja! Lo de hacer la compra en calcetines es increíble. No se clavan nada en los pies?
ME ENCANTA jajajaja voy a probar a ir al Mercadona descalza, a ver qué tal… y cuando me digan «señorita todo bien?» diré «not too bad…»
Jajaja
Llevabas mucho tiempo sin escribir, Bea, me tenías en ascuas sin saber más sobre Australia 😀
Pues lo de que te marquen por dónde tienes que ir no mola nada. Cuando vengas a España se volverán locos. Jeje.
Por fin !!! Que ganas tenía de leerte y nos cuentes esas curiosidades de ese país. Besosss
Que chuli Bea!! te echaba de menos!! Tu no dejes de saludar aunque ellos no lo hagan hombre! y sigue contando curiosidades!! me sumo a ir descalzo por la vida 🙂 y el not too bad seguro que alguno lo usa como el sin más 😛
Miss youuu!!