Surfers Paradise

El pasado fin de semana hice una excursión a Surfers Paradise, el paraíso de los surferos, situado al norte de Brisbane en Gold Coast. Mucha gente me había hablado antes de esa zona y de lo bonita que era, por lo que estaba muy intrigada por conocerla.

El paraíso de los surferos, con ese nombre lo que te puedes imaginar es un sitio precioso, qué digo precioso, idílico. Con su playita con el agua cristalina y la arena fina, con un poco de calor pero con una brisa relajante, un sitio tranquilo en el que pasar el día tumbao en la arena, con un chiringuito que con smoothies fresquitos y, como no, con surferos de calidad haciendo acrobacias en el agua.

Pues nada que ver... Nada más llegar me di cuenta de que en lo único que había acertado en mis predicciones es en el calor que hacía y en que había surferos. Ni rastro de la brisa, ni agua cristalina, ni de mi querido chiringuito. Vamos que de paraíso lo único que tiene ese lugar es el nombre.

Os pondré en situación. Todas las calles llenas de tiendas de souvenirs que igual te venden un par de chanclas como un par de botas UGG, aunque haya una temperatura de 40ºC a la sombra. ¡Hay que venderlo todo!

¿Qué me decís de esta máquina expendedora de chanclas?

No es que el sitio fuera feo, para nada. Sin embargo es un sitio demasiado turístico, a cada paso había un puesto que te vendía de todo; desde clases de surf hasta buceo con delfines, eso sí, a precios carísimos. Y la playa... poco que decir. En la mayoría de las playas tienen una zona delimitada por dos banderas en la que se permite bañar, comprensible ya que así los socorristas pueden controlarlo mejor. Pues bien, en esta playa la zona permitida de baño no tenía más que 10 metros de ancho.

Australia y sus lovely carteles repartidos por todas las playas.

Sentía cada vez más que estaba en un viaje del imserso, Surfers Paradise podría compararse con Benidorm en pleno mes de Agosto. Pero bueno... con lo bonita que es Australia y la cantidad de sitios increíbles que tiene, esto se lo perdono.